«A
lgún día todos seremos famosos», dijo Bob Dylan a Janis Joplin, en uno de los primeros encuentros de ambos cantantes. Años después esa tímida chica de Texas se había convertido en uno de los referentes del rhythm and blues, mientras su viaje seguía inherente en ella, un viaje en busca de algo que no encontró en su ciudad natal, algo que nadie sabrá nunca si consiguió encontrar. La realizadora Amy Berg nos propone sentarnos al lado de la persona que se esconde tras uno de los iconos de la música de los años 60 y de la historia de la música en general, un viaje con la pequeña chica de azul.
La propuesta se centra (como otros tantos documentales sobre alguna personalidad famosa) en conocer un poco más a la persona detrás del mito, su vida, el porqué de sus letras, y de paso intentar descubrir la contracultura a la que pertenecieron los grandes artistas de los años 60.
Formalmente el documental ofrece pocas novedades más allá de una buena realización, la genial música de Joplin y la personalidad de ésta, quizá resultando este último aspecto (por lo menos para un humilde servidor), lo más atractivo de la cinta.
A través de entrevistas a familiares y amigos y de las cartas que escribe la propia Janis a su familia, Berg nos desnuda al mito, quizás con algo de timidez y neutralidad, dejando que sean las palabras de Cat Power las que nos narren los escritos de ésta artista. Quizá esa neutralidad pueda jugar en contra del documental, ya que uno no sabe si realmente es una neutralidad buscada para dejar que la personalidad de Joplin sea la protagonista o que simplemente le haya podido quedar grande a Amy Berg retratarla. Sea como fuere, el aspecto más reprochable de “Janis: Little girl blue” quizá sea la falta de fuerza que tenia su trabajo “Deliver us from evil” o “West of Memphis”.
Citados ya esos pequeños peros de la cinta, el documental se sigue sintiendo emocionante, triste y bello como la artista que retrata. Una persona en busca de la aceptación de ese amor que nunca encontró y que probablemente nunca encontrara, un conflicto interno siempre presente en sus canciones, una ruptura con todo lo establecido hasta la fecha, una ruptura con un mundo que nunca logró comprender.
Janis nos cuenta una historia de desarraigo, de idas y venidas, un viaje en tren, en coche, de cómo el dolor puede enamorarte, de cómo una voz rasgada te cuenta una historia de desamor con el mundo, de cómo ese desamor puede ser tu forma de vida, encontrando la felicidad en el camino sin saber a donde uno va realmente. Una historia de hacer el amor con miles de personas a la vez encima de un escenario y luego irte sola a casa, un historia contada con la voz rasgada de una persona con una mirada, expresión y personalidad única.
Nadie sabrá nunca por qué te fuiste, pero no nos importa, la vida es un viaje, una viaje en el que estamos para disfrutar, disfrutemos pues de esta imperfecta obra de una imperfecta chica de pueblo que conquistó el corazón de toda una generación y de generaciones venideras entre los que la persona que os escribe se incluye, siempre estarás en nuestros corazones y siempre te recordaremos pequeña chica de azul.