Crítica de ‘Mi gran noche’ de Álex de la Iglesia
‘Mi gran noche’ es otro producto prefabricado donde lo que venden son las estrellas y no el contenido.
‘Mi gran noche’ es otro producto prefabricado donde lo que venden son las estrellas y no el contenido.
Taxi Teherán es tanto la culminación de una etapa de destierro artístico como la prueba de que el espíritu de Jafar Panahi, si bien torturado por la exclusión de un régimen intolerante, sigue siendo tan vigoroso e indomable como hace años.
Un largometraje ambicioso, conseguido, que mantiene al espectador en vilo y que además le permite recapacitar sobre la sociedad y sus carencias.
Se ha echado de menos más cine de autor, más risas, más sangre, más personajes imaginarios… El público pide echar la vista atrás y retomar costumbres como la sección de Phenomena o crear una sección similar a Trash entre amigos, y comentar películas bizarras y sin sentido. Pero sobre todo, que no falten las lunas.