Buenos Días
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Aprendiendo el arte de robar con el maestro Bresson

 
– ¿No podría admitirse que hombres capaces, inteligentes, y además talentosos, incluso geniales, indispensables, pues, para la sociedad, en vez de vegetar toda la vida, pudieran desobedecer la ley?
– Me parece difícil y peligroso.
– Para la sociedad sería beneficioso.
– ¿Quién distinguirá a esos seres superiores?
– Ellos mismos, su conciencia.
– ¿Conoce a alguien que no se sienta superior?
– Solo sería al principio, luego dejarían de hacerlo.
– Nadie deja de hacerlo, se lo digo yo.
– Sería, pues, un ladrón útil, un bienhechor.
– Eso sería el mundo al revés.

Pickpocket, de Robert Bresson

Esta vez la sugerencia no es enteramente nuestra… hace unos días, cuando entrevistamos a Jean-Pierre Améris (director de La histora de Marie Heurtin), este nos sugirió a los allí presentes que revisitáramos Pickpocket, una película contenida y contundente, «una película de manos, objetos y miradas», dicho así por el propio Robert Bresson. Efectivamente, Améris nos recordó que este cineasta era un maestro filmando manos. El maestro. Quién sino iba a rodar una secuencia como la que os proponemos hoy con semejante agilidad y delicadeza. Atentos a las manos, intentad no perderos ni un solo detalle…

 

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