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Entrevista a Andy Hamilton y Guy Jenkin, directores de ‘Nuestro último verano en Escocia’

“En los años 50 había una gran tradición de comedias británicas pero en el mercado moderno es difícil encontrar una comedia original”

 

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uvimos la oportunidad de entrevistar a Andy Hamilton y Guy Jenkin, co-directores y co-guionistas de Nuestro último verano en Escocia. Aunque éste es su primer largometraje, llevan trabajando juntos en multitud de programas de la televisión británica desde los años 70. Como hacen habitualmente, para este filme han elegido la comedia, y como en Outnumbered, uno de sus trabajos más conocidos y más recientes en televisión, han elegido centrarse en una familia atípica.


Farrucini: Por lo que se puede ver en la película, parece que trabajar con los niños fue un placer ¿Fue de verdad tan fácil?

Andy Hamilton: Sí, eran encantadores, fue un placer trabajar con ellos. Todo el mundo dice que es difícil trabajar con niños y animales, pero los niños fueron fantásticos y no tuvimos ningún problema, y creo que se lo pasaron muy bien. Para ellos fue como una especie de vacaciones extrañas y curiosamente se han hecho muy amigos y se siguen viendo, y sus familias también. Creo que se divirtieron mucho estando juntos y esa diversión y ese sentimiento que tienen estando juntos se traspasa a la película, se ve y eso es realmente una ventaja.

Guy Jenkin: La única dificultad es la reglamentación sobre las horas que pueden trabajar, solo les permite trabajar 5 horas al día, que está bien, pero esto implica, en cierto modo, mayor dificultad para los otros actores, hacía falta mucha generosidad por su parte porque los niños vienen al plató y rodamos todo mirándoles a ellos y luego tenían que desaparecer e irse a jugar, a descansar, entonces David (Tennant) y Billy (Connolly) seguían haciendo sus escenas con nosotros, nosotros  tomábamos el puesto de los niños, así que nos teníamos que sentar en el suelo pretendiendo ser niños de 5 años (risas). Así que también para los mayores fue bastante difícil pero fueron generosos, muchas veces les animaban a que hablaran, así que los adultos ayudaron para que todo funcionara.

F: La mayoría de los personajes de la película, incluso los más maduros, parecen bastante infantiles ¿Fue esto una elección consciente? Parece que queríais dejar a todos los personajes al mismo nivel que los niños, ¿lo planeasteis de esa manera?

AH: Los adultos casi que se han hundido a su nivel: el padre y la madre están enfadados el uno con el otro, ya no están controlando su comportamiento y no pueden ver el impacto que tienen en los niños. La gente puede llegar a ese nivel en un conflicto de divorcio por ejemplo, así que sí, fue una elección premeditada el que los adultos se comportaran de una manera infantil. Los actores, David Tennant y Rosamund Pike, se metieron en ello realmente, se implicaron mucho en esas escenas en las que discutían, y discutían de una manera penosa…  hay veces que alguno se ve a sí mismo así.

Nuestro último verano en Escocia_3

F: El personaje de Billy Connolly parece estar hecho a su medida ¿Escribisteis el personaje pensando en él o se unió después al proyecto?

“Amenazamos a Billy Connolly con construir un túnel hasta su casa si no aceptaba el papel”

GJ: Pienso que en cuanto tuvimos la idea no era Billy, pero en cuanto ya estábamos escribiendo el guión empezamos a tener a Billy en la mente, y realmente cuando hicimos una lista de la gente que pudiera actuar en ese papel solamente había uno (risas). Necesitábamos a alguien como él, que es un enorme actor y un cómico, pero también es alguien que puede trabajar con niños, hacerles reír y también improvisar, porque él tiene esa experiencia de cómico en monólogos, él habla ante un público, así que no se lo que hubiéramos hecho si hubiera dicho que no, creo que Andy se tendría que haber puesto una máscara de Billy Connolly.

AH: Le escribimos y le amenazamos con construir un túnel hasta su casa si no aceptaba (ríen). Es verdad, lo hicimos.

F: Ante una amenaza así no puede decir que no…

AH: No, o podría haber llamado a la policía (ríen).

F: La mayoría de las escenas de la película tienen lugar en una Escocia muy soleada ¿Supuso mucho trabajo encontrar tantos días soleados? ¿Cuanto duró el rodaje? ¿Teniendo en cuenta el clima tardaríais más de lo habitual verdad?

AH: (Ríen) No, teníamos muy buena luz. Tuvimos muy buen tiempo, tuvimos mucha suerte, que puede pasar en Escocia. El clima en Escocia siempre es hermoso solo que a veces es demasiado cuando llueve. Estuvimos siete semanas rodando y solo perdimos algunas horas por la lluvia, pero cuando llueve, llueve de verdad .

GH: Hubo una tormenta espectacular que borró el camino al hotel de Billy Connolly y casi nos quedamos atascados en una península porque la carretera quedó como debajo de un río, pero al día siguiente todo estaba en orden.

F: Algo así (mucho peor, claro) le pasó a Terry Guilliam por venir a buscar el sol a España.

GH: (Ríen) Debería haber rodado El hombre que mató a Don Quijote en Escocia.

F: Durante muchísimo tiempo el británico ha sido el estandarte del humor y parece que desde hace unos años como que ya no se exporta tanto. En alguna entrevista nos han llegado a decir que ya ni siquiera existe el cine de autor allí. ¿Tenéis esa misma percepción?

GH: Es difícil que haya encargos para una comedia original. En los años 50 había una gran tradición de comedias británicas pero en el mercado moderno es difícil encontrar una comedia original, no sé por que, porque a los espectadores les siguen gustando… pero creo que la gente se pone nerviosa por temor a poder perder su dinero.

AH: Aunque creo que somos las personas equivocadas para preguntar por el sentido del humor británico, porque nosotros solo escribimos lo que nos parece gracioso, no estamos al tanto de una cualidad particular, aunque la gente de otros sitios lo reconozca como humor británico.

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