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asada en una historia publicada por Katha Pollitt en The New Yorker sobre un profesor de autoescuela de origen hindú y una americana cincuentona recién divorciada que quiere aprender a conducir. No es una historia de amor, sino de amistad y de fe en las personas, de la búsqueda desesperada de un pilar vital que sustente un futuro incierto y de la importancia de confiar en uno mismo. Y de cómo los personajes más inesperados pueden dar un vuelco completo a nuestras vidas. En un segundo plano también habla sobre el choque de culturas y sobre la aceptación de lo diferente.
Los elementos que pone Isabel Coixet sobre la mesa son interesantes, pero a pesar de eso se queda en lo superficial, y mientras que en películas como Mi vida sin mí o La vida secreta de las palabras traía intensos melodramas con muchos personajes, con Aprendiendo a conducir se queda corta, no profundiza en la psicología de sus dos protagonistas y deja al espectador con la sensación de que lo que ha visto no es nada nuevo.
En palabras de la directora: “es la primera película que hago que no te da ganas de cortarte las venas”. Para bien o para mal, la esencia de sus anteriores trabajos no se encuentra en Aprendiendo a conducir, así que tanto para los acérrimos defensores de su figura como para los detractores, esta nueva obra es algo totalmente distinto dentro de su filmografía. Pero le falta chispa. A lo mejor está condenada a hacer cine depresivo y nada más.
El problema es que cuenta con una estética demasiado sencilla, poco vistosa y empacada, una fotografía que brilla por la ausencia de innovación, una banda sonora olvidable y unas interpretaciones que, aunque correctas, no acaban destacando. Además la historia es tan light y bienintencionada que choca que sea de Coixet. Todo esto convierte Aprendiendo a conducir en una película decente pero olvidable, casi más cercana a un producto cinematográfico televisivo que a una producción seria de una cineasta con talento. Ejemplificando con extremos: está mucho más cerca del detestable telefilm Cosas que diría con solo mirarla que de American Beauty, la comedia dramática por excelencia de los últimos veinte años. Mediocre.

· Año: 2014
· Duración: 1o5 min
· País: Estados Unidos
· Director: Isabel Coixet
. Guión: Sarah Kernochan
· Fotografía: Manel Ruiz
· Reparto: Ben Kingsley, Patricia Clarkson, Grace Gummer, Sarita Choudhury, Jake Weber, Samantha Bee, Daniela Lavender, Matt Salinger, Michael Mantell