Encontrado el Babadook en un libro de Edward Gorey
Jennifer Kent ha creado un clásico del terror. No sabemos si esa era su pretensión, pero lo ha hecho. Suponemos que ningún cineasta –medianamente cuerdo y humilde-, piensa que va a lograr semejante hito con su primera película. Menos cuando nadie esperaba que alguien fuese hacerlo, cuando tantísimos fans del género habían tirado la toalla, habían aceptado que no habría ser capaz de volver a hacer una obra original y fiel en su justa medida: sin pecar de excesiva originalidad ni de excesiva fidelidad. Los adeptos al género de terror llevaban años venerando películas de otras décadas y aplaudiendo con esmero remakes, segundas y terceras partes de glorias pasadas. No había otra opción. Pero entonces llegó ella… Llegó ella con un monstruo nuevo, pero muy familiar… con una historia diferente, pero que nos sonaba haber escuchado… con un montaje fresco, pero que bebía del cine de terror de los grandes maestros, y cuando digo de los grandes maestros me refiero a los primeros maestros, no solo del cine de terror sino del cine como arte. …