Crítica de ‘Calvary’, de John Michael McDonagh
Es tentador, casi inevitable, comenzar la reflexión sobre Calvary del mismo modo que lo hace su propio director, John Michael McDonagh. Con una declaración impactante: “la primera vez que probé el semen tenía siete años”. Pocos son los compañeros que se han resistido a incluir estas palabras en sus críticas. Lógico y normal. Es la primera frase que escuchamos decir a un verdugo en potencia, sin rostro, fuera de plano. Es la primera frase que escuchamos escuchar al padre James desde su confesionario. Tras ella, una condena vehemente. Una condena a muerte. Acto seguido se nos informa de que el padre James, a pesar de haber sido condenado, es una buena persona, es inocente, como también lo era el que promete ser su verdugo cuando tenía siete años. Curiosa forma de equilibrar las cosas. Premisa fácil la de la Iglesia pervertida, pero efectiva. No es la primera vez, ni será la última, que un sacerdote es utilizado como mártir en el cine, no es la primera vez que un personaje así ha de asumir …