Crítica de ‘El francotirador’, de Clint Eastwood
Hacía tiempo que mi mente no se dispersaba tanto viendo una película. Hacía tiempo que no sentía la necesidad de levantarme e irme. No por indignación, sino por aburrimiento. Reconozco que al sopor contribuye el hecho de que no me gustan los héroes de guerra. No creo que existan los héroes de guerra, es imposible, por contradictorio, que haya un héroe capaz de implicarse en semejante juego sucio, un juego de intereses comunes que nadie quiere compartir. Los héroes de verdad no acaban con unas vidas para salvar otras –de momento no hemos sufrido ninguna invasión zombi que justifique que un héroe de verdad apriete un gatillo, sí, solo se me ocurre ese supuesto para entender que un héroe de verdad haga algo así… un momento… ¿los zombis no son muertos vivientes? Nada. No he dicho nada-. Ahora bien, que no crea en los héroes de guerra no quiere decir que no sea capaz de disfrutar de una película cuyo protagonista pretenda ser uno, siempre y cuando la trama y todo lo que la …