Hacía tiempo que mi mente no se dispersaba tanto viendo una película. Hacía tiempo que no sentía la necesidad de levantarme e irme. No por indignación, sino por aburrimiento. Reconozco que al sopor contribuye el hecho de que no me gustan los héroes de guerra. No creo que existan los héroes de guerra, es imposible, por contradictorio, que haya un héroe capaz de implicarse en semejante juego sucio, un juego de intereses comunes que nadie quiere compartir. Los héroes de verdad no acaban con unas vidas para salvar otras –de momento no hemos sufrido ninguna invasión zombi que justifique que un héroe de verdad apriete un gatillo, sí, solo se me ocurre ese supuesto para entender que un héroe de verdad haga algo así… un momento… ¿los zombis no son muertos vivientes? Nada. No he dicho nada-. Ahora bien, que no crea en los héroes de guerra no quiere decir que no sea capaz de disfrutar de una película cuyo protagonista pretenda ser uno, siempre y cuando la trama y todo lo que la envuelve me atrape. El francotirador no lo ha hecho.
No es imparcial, no pasa nada, el cine es un arte, como arte es libre, cada uno puede retratar la historia como le venga en gana. La objetividad, como los héroes de guerra, tampoco existe, y como tampoco se trata de hacer periodismo, ni siquiera se le puede exigir honestidad, así que no juzgo al señor Clint Eastwood por eso, no le juzgo por hacer gala una y otra vez de su patriotismo –que muchas veces sí ha usado de forma interesante y efectiva-, pero su mensaje en mí no cala. Tendrá su público. Ole por él. Quizá su público disfrute de esta película, aunque por él debería de haberle puesto un poquito más de empeño, haberle dado a su personaje otra dimensión y a su historia mayor profundidad. Podría haberlo hecho, pero no lo ha hecho.
En algún momento llegué a pensar sinceramente que el montaje era obra de un vago redomado que había cogido la tijera a ciegas, había cortado al azar los planos, los había tirado al aire y los había pegado donde habían caído, sin pulir, sin comprobar después si lo que había hecho funcionaba. Pero no es culpa exclusivamente del montaje, no: la composición no está lo suficientemente meditada y la textura es simplona, la luz sosa –salvo en algunos momentos muy puntuales-. Es una película hecha sin sensibilidad, forzada, parece propaganda republicana de encargo, hecha sin ganas… una lástima porque este tipo de producciones requieren un despliegue que merece ser bien aprovechado. Y aunque el sermón esté bien dictado –sobre lobos, ovejas y pastores-, la intencionalidad está difusa. Es como si Clint Eastwood quisiera tirarse en bomba a la piscina pero solo mete el pie por miedo a las represalias demócratas –no vaya a ser que le tiren al agua con ropa-.
El ‘homenaje’ que hace Eastwood a este ‘héroe de guerra’ llamado Chris Kyle, el francotirador más letal destinado en Irak, alabado por acabar con la vida de más de 160 iraquíes que defendían sus intereses en su propia tierra –prefiero evitar llamarles terroristas, permítanmelo ustedes-, es superficial y superfluo. Bradley Cooper es el único que pone algo de valor a esta cinta, pero no el suficiente como para salvarla. Su interpretación, cuando no está detrás de un rifle, parece fingida, no por falta de interés -Cooper hace lo que puede-, sino por lo que representa: la frialdad del soldado, las típicas secuelas postraumáticas y tal. Y a pesar de todo él opta al Óscar a mejor actor y El francotirador al Óscar a mejor película –sin comentarios para las otras cuatro inexplicables nominaciones-. Entre el resto de candidatas a mejor film las hay que me complacen más y menos, pero todas ellas tienen algo especial, algún motivo de peso por el cual estar ahí. La obra de Clint Eastwood no tiene más que patriotismo para estar en la lista. Allí con eso vale. No es nada nuevo. Pero seguro que muchos agradecerían que además de eso, asomase por algún sitio algo de calidad. El mensaje no cala en mí, pero tampoco creo que lo haga en su público, al menos en el más exigente.
El francotirador 
· Año: 2014
· Duración: 132 min
· País: Estados Unidos
· Director: Clint Eastwood
· Guión: Jason Hall (Autobiografía: Chris Kyle)
· Fotografía: Tom Stern
· Reparto: Bradley Cooper, Sienna Miller, Luke Grimes, Jake McDorman, Kyle Gallner, Keir O’Donnell, Eric Close, Sam Jaeger, Owain Yeoman, Brian Hallisay, Marnette Patterson, Cory Hardrict, Joel Lambert, Eric Ladin, Madeleine McGraw
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