Buenos Días
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«He vivido toda mi vida cinematográfica perseguido por esta idea y al final lo voy a conseguir…»

«He vivido toda mi vida cinematográfica perseguido por esta idea y al final lo voy a conseguir. Tirante el Blanco es una novela total, cortesana, militar, erótica, rica en registros, que pasa de lo ácido al humor, de la tiranía a la sensualidad»

Palabras de Vicente Aranda antes de comenzar a rodar Tirante el Blanco

No estaba orgulloso de su película, nadie la recomendó -se hicieron críticas muy dañinas, hirientes-, él tampoco la recomendaría, nosotros tampoco vamos a recomendarla, pero sí queremos hablar de ella porque… era una historia especial para Vicente Aranda. Fue uno de sus primeros proyectos, sino el primero. Pasó cuatro décadas soñando con hacer la adaptación del texto de Joanot Martorell y después de tantísimo tiempo, al inicio del nuevo milenio consiguió una muy buena suma de dinero para hacer una muy buena producción. Tenía inversión británica, francesa y española, tenía un muy buen equipo tanto artístico como técnico… y sin embargo, nada salió como Vicente Aranda imaginaba.

Deciros que para empezar, cuando llegaron a Sicilia para comenzar a grabar ciertas escenas, se encontraron con que no tenían caballos… no tenían caballos para adaptar una novela de caballerías del siglo XV. Evidentemente, hubo muchos problemas entre el director y los productores. Vicente terminó está película como buenamente pudo, el equipo artístico, que se iba dispersando para proseguir con otros proyectos, le ayudó también como buenamente pudo, muchos en ratos libres, pero las imágenes que iban quedando plasmadas en el celuloide no se correspondían con las que el director tenía en su cabeza… Vicente Aranda mentía a los periodistas que se interesaban, les decía que a pesar de todo el resultado sería bueno, él sabía que no iba a ser así, había mutilado de mal manera el guión para salvar la producción. Llegó a decir durante el rodaje: «Esta película no es mía». El público pensó lo mismo.

Hoy le homenajeamos recordando la que posiblemente sea su peor película porque a pesar de eso, durante aquel rodaje, dio una maravillosa lección a todos los que tuvieron la suerte de acompañarle, porque demostró su amor incondicional por el cine, porque intentó sacar adelante la historia con la que había soñado durante cuarenta años a pesar de todos los obstáculos que se encontró por el camino, porque luchó por ella a pesar de saber que la de Tirante era una batalla perdida y eso dice mucho de Vicente Aranda.

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