Hablar, Últimas
Deja tu comentario

Entrevista a Gonzalo Bendala, director de ‘Asesinos Inocentes’

“Todos los directores de cine tienen que ser en cierto modo medio psicólogos”

 

D

urante la Ley Seca ocurrió en Nueva York un suceso extraño y paradójico… Cuatro matones eligieron a un vagabundo alcohólico para sacar rentabilidad de su muerte. Le convencieron para firmar varios seguros de vida y posteriormente intentaron asesinarle para cobrarlos. Lo intentaron una y otra, y otra vez… Aquel vagabundo respondía al nombre de Mike Malloy, un irlandés casi inmortal, poseedor de un hígado envidiable.

Gonzalo Bendala se ha inspirado en esta historia para escribir y rodar Asesinos Inocentes, su primer largometraje, cambiando Nueva York por Sevilla, al vagabundo por un profesor de universidad –también alcohólico- y a los matones por cuatro jóvenes estudiantes de psicología –estos inocentes-. Le ha añadido otra premisa que hace que esta historia sea aún más interesante, un encargo peculiar por parte de ese profesor (Miguel Ángel Solá) a uno de sus alumnos (Maxi Iglesias): el de asesinarle. El resto es una interpretación libre y original, un guión que va creciendo y haciéndose cada vez más interesante. Y una grata sorpresa la interpretación de los jóvenes actores que componen el elenco, ellos también van creciendo y haciéndose más interesantes en esta película y en su trayectoria.


Farrucini: Has comentado que la idea de hacer esta película te rondaba desde los 13 años… pero desde entonces, ¿tenías claro que ésta iba a ser tu ópera prima?

Gonzalo Bendala: No, no, para nada. Yo leí el relato del suceso real y me impresionó mucho, y me divirtió, y pensé que ahí había una gran historia y me sorprendía que no hubiera ninguna película sobre ello… eso fue lo que pensé en aquél entonces, claro (risas). Después descubrí que sí que se habían hecho adaptaciones, a musical de Brodway, a un capítulo la serie Cuentos Asombrosos de Spielberg, y bueno, eso quedó ahí. Cuando empecé a estudiar en la facultad decidí hacer un corto y partí de esa premisa, y luego para hacer la peli pues igual, dije, pues mira, ya que estamos, ¿por qué no? (risas). Pero tengo muchas historias en mente, esta era una de ellas, sí que es verdad que la tenía desde hace muchísimo tiempo y creo que era una buena forma de empezar.

F: ¿Por qué te obsesionaba tanto esta historia en concreto?

GB: Lo catalogaron mundialmente como “el asesinato más desastroso de la historia” y la verdad es que el simple hecho de que mundialmente se le llame así y que la noticia diera la vuelta al mundo me parecía lo suficientemente atractivo para poderlo llevar alguna vez a la gran pantalla.

F: No es ninguna obsesión personal entonces, no tienes instintos asesinos, ¿no?

GB: No, no para nada (risas).

F: Cuando te preguntan por tu referentes hablas de Hitchcock, supongo que por lo enrevesado de la historia, pero… ¡en Asesinos Inocentes falta una bella dama que acabe mal!

GB: Ah, bueno, ¡claro! (risas). Yo hablo de Hitchcock pero me refiero a él porque es un referente en general, para cualquier director que se dedique a hacer películas de suspense lo es, no es que sea un referente expresamente para la película, ni mucho menos. Evidentemente me gusta su trabajo igual que el de muchos otros cineastas… pero… sí que es verdad, igual falta eso que comentas (risas).

F: El argumento desde luego es hitchcockiano…

GB: Sí, el punto de partida es bastante hitchcockiano, eso de que alguien encargue su muerte a otra persona de por sí es bastante siniestro pero al mismo tiempo sorprendente, es una premisa que Alfred Hitchcock podría haber usado, de hecho hay películas suyas que parten de algo similar, como Extraños en un tren o Crimen perfecto por ejemplo.

Día 7 de rodaje de Los Asesinos Inocentes de Aralán Films. Dirección: Gonzalo Bendala. Fotografía: Álvaro Gutiérrez.

F: Explícanos cuál es el macguffin de esta película y por qué has elegido ese y no otro.

GB: Pues en esta película hay un macguffin que es un sobre con dinero. Lo decidí porque creo que era una motivación de peso para que el protagonista, Francisco Garralda, el personaje que interpreta Maxi Iglesias, se viese involucrado en una trama como en la que se mete. Yo creo que era necesario un premio económico para convencerle.

F: ¡Qué necesidad de recurrir siempre al dinero!

GB: ¡El dinero mueve el mundo! (Risas) O sea que… Por dinero el ser humano es capaz de lo mejor y lo peor, más de lo peor que de lo mejor…

F: Hitchcock no es un referente visual, Asesinos Inocentes, estéticamente hablando, es una película más oscura, con mucho contraste, la imagen de por sí tiene otra personalidad. ¿Cuáles son los referentes en ese sentido?

GB: He usado muchos referentes pero casualmente no tienen nada que ver con el cine de suspense. Nuestros referentes visuales fueron por ejemplo El Indomable Will Hunting, porque se mueve en un ambiente universitario también, hay un bar irlandés como en la nuestra, y creo que visualmente comparten una estética parecida. Otro referente visual podría ser Sleepers de Barry Levinson, o incluso Rounders, aquella que protagonizaban Matt Damon y Edward Norton.

F: La trama gira en torno ‘al asesinato’, pero mirándolo quizá desde una perspectiva transversal uno se da cuenta de que en realidad el tema es ‘el suicidio’, ¿por qué decidiste trabajar en torno a este concepto?

GB: El encargo de asesinato es en realidad un encargo de suicidio, un profesor pide a un alumno que planifique su propio suicidio, se lo pide porque él no tiene el suficiente valor para hacerlo. Un suicidio lo solucionaría todo, es un personaje que por sus circuntancias tiene que morir pero que realmente no quiere morir, no es capaz de hacerlo porque está demasiado apegado a la vida. La idea del suicidio ronda durante toda la película porque el personaje no es capaz.

F: ¿Era tu intención mandar algún tipo de mensaje al espectador sobre este tema? Por ejemplo el personaje de Aura Garrido hace un análisis muy significativo sobre el suicidio… dice cosas muy bellas.

GB: Sí, tiene ese trasfondo la película, hay un análisis en torno al suicidio y al sentimiento de culpa también, porque en este caso es el sentimiento de culpa el que provoca por un lado la depresión y por otro lado la voluntad de quitarse la vida. Pero la película es todo lo contrario, es más bien un canto a la vida y al optimismo. Yo quería transmitir un mensaje de vitalismo y de optimismo, se trata de hacer ver que por muy mal que se pongan las cosas al final siempre podemos encontrar una salida.

Asesinos Inocentes_2

F: ¿Te interesa especialmente la psicología?

GB: Bueno, yo creo que todos los directores tienen que ser en cierto modo medio psicólogos, porque no solo tienen que conocer perfectamente la psicología de los personajes, también es muy importante saber dirigir a un equipo de personas que trabajan conjuntamente para conseguir el mismo fin. Es muy importante conocer el temperamento de cada uno de ellos y ver cuál es la mejor forma de sacar el mejor resultado de cada uno. Ten en cuenta que en un rodaje se junta un equipo de casi cien personas y cada una con unas características diferentes, con unas intenciones diferentes… tienes que tener bastante de psicólogo para poder tirar del carro. Es muy importante, no solamente para los directores, cualquier trabajo en el que tengas que llevar las riendas de un grupo de personas requiere lo mismo.

F: Cada uno de los personajes que forman este grupo de compañeros de universidad es una pieza fundamental, sus reacciones a determinadas acciones son fundamentales. Sobre el guión, ¿has trabajado su psicología de alguna manera concreta?

“Ningún miembro del equipo me pidió que le asesinada durante el rodaje. Fue duro, pero sobre todo por la falta de tiempo”

GB: Para desarrollar los personajes básicamente lo que he hecho ha sido basarme en gente que conozco, que tengo a mi alrededor y que tiene características muy identificativas y para poder transmitírselas a los personajes que hay sobre el papel pues tratando de imaginar a tal persona que conozco en esa situación puedo interpretar cómo se comportaría, eso es lo que hago a la hora de plasmar las diferentes personalidades.

F: Has psicoanalizado a gente que conoces… ¿esto cómo se lo toman ellos?

GB: ¡No saben quiénes son! De hecho algún personaje puede tener mezcla de varias personas. Yo tomo rasgos significativos de ciertas personas y los aúno. La sociedad en general divide a las personas en ‘tipos’ y en realidad una persona puede englobar varios ‘tipos’.

F: Y a la hora de guiar a los actores, ¿has utilizado alguna técnica en particular?

GB: Pues igual sí pero ha sido de manera totalmente inconsciente (risas). Ha sido suficiente con el trato diario con ellos, los ensayos, hablar… hablar mucho, tratar de resolver dudas y proponer cosas. Pero no sé si realmente eso es una técnica.

F: La de hablar siempre es una buena técnica.

GB: Sí, sí.

F: Ante una trama tan enrevesada –en el buen sentido-, y con secuencias, algunas, bastante complicadas, ¿algún miembro del equipo te ha pedido que le asesinaras durante el rodaje?

GB: Creo que durante no (risas). Y después… después tampoco. El rodaje fue duro pero sobre todo por la falta de tiempo, teníamos seis semanas, eran muchos actores y muchas localizaciones. La limitación de tiempo hizo que tuviéramos que ir muy a prisa, esa fue la mayor complicación, pero después, cuando todo eso pasa y ves el resultado, y sobre todo cuando ves la reacción del público, es cuando te dices: “ha merecido la pena tanto sufrimiento”.

F: ¿Tener tu propia productora y años de experiencia en ella ha facilitado las cosas?

GB: Pues… cómo decir… yo no sé si ha facilitado o no, igual si no tuviera mi productora no habría hecho la película todavía porque no habría podido desarrollar previamente otras producciones. Poco a poco vas dando pasos… y cuando vi el momento en el que la empresa estaba afianzada y podía aceptar proyectos de mayor envergadura pues pensé que podría hacerlo. No sé si en el caso de no haberla tenido podríamos haber hecho la película o si habría conseguido engatusar a algún productor que creyera en el proyecto… Pero también al no haber tenido coproductores, al ser una producción cien por cien de Áralan Films, pues te da muchísima libertad el no tener que dar explicaciones de cada paso que das.

F: ¿Cuánto tiempo de tu vida le has dedicado a este proyecto?

GB: El guión ya estaba escrito antes, pero cuando nos pudimos cien por cien a trabajar en la película fue a raíz del estreno de Los niños salvajes, eso fue en mayo de 2012, a partir de ahí ya nos pusimos a trabajar con Asesinos Inocentes y la terminamos en diciembre de 2014. Pero claro… como te comentaba, la idea ronda en mi cabeza desde hace muchísimo tiempo.

F: Has hecho mucha animación, incluso en stop motion, y lo que has hecho ha trascendido, ha llegado a los Goya… después de comprobar que en la animación los resultados han sido buenos, ¿te planteas hacer un largo de animación?

“La animación te permite una mayor capacidad creativa que la que te puede dar la imagen real, al menos con un presupuesto español”

GB: Por supuesto que sí, me encantaría de hecho. A mí las técnicas de animación –porque hay muchas-, me encantan. La animación te permite contar cosas que con imagen real no puedes contar, eso te permite una mayor capacidad creativa que la que te pueda dar la imagen real, que es más limitado… sobre todo con los presupuestos que manejamos en España, si tienes los presupuestos de Hollywood puedes hacer lo que quieras, pero no es el caso. Con un presupuesto español puedes crear un imaginario con la animación que de otro modo no podrías, esa libertad es muy de agradecer.

F: ¿Tienes alguna historia animada que llevar a la gran pantalla?

GB: Sí, sí tengo. Hicimos un cortometraje, el que fue nominado a los premios Goya, que se llama Espaghetti Western, pues el largo se va a basar en ese corto. Pero claro, lleva su tiempo, no es inminente.

F: Entre tanto seguiréis trabajando con la imagen real

GB: Sí, ahora mismo estamos desarrollando tres proyectos, uno es una comedia de Patricia Ferreira, se llama Salsa de Arándanos; otro es un thriller y otro es la que sería mi segunda película, un thriller también, no como Asesinos Inocentes, que se puede considerar una película de suspense, este sería thriller puro.

F: Veo que te tiran entonces los géneros más oscuros.

GB: No, no, que va, ¡para nada! Yo digo siempre que me gusta el cine en general, independientemente del género de la película, para mí lo importante es la historia, si la película es buena ten por seguro que me va a gustar sea de lo que sea. Me encanta el western, me encanta el cine musical, me encanta la comedia… ¡todos los géneros realmente!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *