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Comportamiento puto para una vida puta… en la calle más amarga

 

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n buen día paseando por las calles del nuevo México, me detuve, pensé en Ramón María del Valle Inclán, y todo se deformó, todo lo grotesco empezó a adquirir un tono ridículo, negro y trágicamente cómico. Cerré los ojos y cuando los volví a abrir lo empecé a ver todo negro, negro y blanco, fijé mi sucia y granulada mirada en esa tierra sin pan, fue cuando entonces el esperpento literato se juntó con El ángel exterminador, el príncipe de Los olvidados, y juntos dieron un paseo por La calle de la amargura.

La calle de Arturo Ripstein está llena, como su propio nombre indica, de amargura, de rencor hacia este cruel mundo, rencor que suscita un humor negro, un humor que te revuelve el estómago, lo que uno se siente cuando ve una persona morir de frío y hambre en mitad de una calle donde la gente pasea con tantos regalos navideños que no les caben en las manos. Una vida esperpéntica, surrealista, en la que lo más raro sea quizá el comportamiento del propio ser humano, un comportamiento raro para una vida rara, y un comportamiento puto para una vida puta.

La amarga mirada de una sociedad olvidada es aquí retratada con maestría por Ripstein, un ambiente enrarecido, una estética feísta acompañada por un expresionismo lumínico con unas sombras que se arrojan violentamente sobre sus personajes como si de un oscuro destino se tratasen.

La calle de la amargura_1

En este marco se mueven nuestras protagonistas, dos prostitutas de mediana edad, que intentan buscarse la vida en una sociedad que propicia la deconstrucción del ser humano. Y es en lo que se centra el director del film, en contarnos la historia de estas dos mujeres, estas dos mujeres fuertes que intentan que las luces venzan a las sombras en un sitio donde parece que los únicos hombres que valen para algo tienen una máscara de lucha libre.

Arturo Ripstein lucha contra el dolor, el rencor, se hace su aliado, lo ama, y pone al espectador contra las cuerdas del ring de la vida, nos muestra su lucha, la lucha contra los que entienden la vida a base de dinero, su lucha en una vida intensa en la que las personas están juntas “por la puteada”, una vida definida en una calle, una calle por la que todos pasamos, el dolor, el humor, la belleza, la fealdad, la tristeza, Valle Inclán y Buñuel, todos se juntan con Ripstein, Paz Alicia Garcíadiego y la mirada de Patricia Reyes Spíndola en La calle de la amargura. Una calle en la que dos mujeres maduras, se miran con derrota y sonríen, porque la vida es surrealista, muy puta y los años pasan pero el cariño arraiga.

La miserable vida es captada por una ágil y bella cámara y un director que se asoma a una calle llena de sombras. Conocer las sombras te ayudará a entender la luz, o conseguirá que ésta te ciegue, puede que encuentres una comodidad -al igual que el humilde servidor que le escribe- dentro de la sencillez y brutalidad de la vida, total tú yo siempre hemos andado por el camino de la amargura.

La calle de la amargura cartel

La calle de la amarguraF_Punt_4

· Año: 2015
· Duración: 99 min.
· País: México
· Director: Arturo Ripstein
· Guión: Paz Alicia Garciadiego
· Fotografía: Alejandro Cantú
· Reparto: Patricia Reyes Spíndola, Nora Velázquez, Silvia Pasquel, Arcelia Ramírez, Alejandro Suárez, Emoé de la Parra, Greta Cervantes, Alberto Estrella, Eligio Meléndez

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