Quieres: Pensar

Memoria de México y del mundo. ‘Los olvidados’, de Luis Buñuel

Existen pocas películas que hayan pasado a ser consideradas Memoria del Mundo por la UNESCO. Existen pocos directores españoles que hayan logrado el premio a la mejor dirección en el Festival de Cannes. Era el año 1950 y el genio artístico de Luis Buñuel saltó en México rodando Los Olvidados, gran drama con toques de tragedia, en la que el genio de Calanda despliega todo su repertorio.

Cinco alternativas eróticas españolas a Cincuenta sombras de Grey

  Solo nos han mostrado un pequeño aperitivo de lo que está por llegar, un par de trailers para poner los dientes largos, nada más. Y solo con eso han conseguido que, sin ir más lejos, en España, haya despuntado la venta anticipada. ¡Milagro! Quizá en Hollywood llamen erotismo a cualquier cosa. Quizá estén creando demasiadas expectativas, quizá a más de uno decepcione. Quizá no sea lo que el público espera –al menos aquí-. Quizá sea un fracaso. Demasiados quizás, demasiadas suposiciones. No soy defensora de Cincuenta sombras de Grey, pero considero de partida un triunfo y algo tremendamente positivo que la película haya generado tantísima expectación. Significa que los tabús se diluyen incluso en los mundos de Yupi, significa que el erotismo deja de ser algo ‘sucio’ y se comprende como algo no solo excitante, también como natural y necesario. Esta historia tiene perspectiva de mujer y guiña el ojo al público femenino. Así que significa también que las mujeres han admitido su sexualidad y han dejado de reprimirse. ¡Han gritado a los cuatro …

Homenaje a un actor en la habitación verde

Cuando alguien en la tierna infancia, en la adolescencia, quizá en un momento más ‘maduro’, en fin, cuando lo siente… cuando alguien dice a su madre eso de: “quiero ser actor”, cuando lo dice de corazón, lo que en realidad está diciendo es: “quiero que me escuchen, quiero que me entiendan”. Si lo dice de verdad dejará a un lado los egos, pasará de suplicar eso a querer sentir: “quiero escuchar, quiero entender”.

Encontrado el Babadook en un libro de Edward Gorey

  Jennifer Kent ha creado un clásico del terror. No sabemos si esa era su pretensión, pero lo ha hecho. Suponemos que ningún cineasta –medianamente cuerdo y humilde-, piensa que va a lograr semejante hito con su primera película. Menos cuando nadie esperaba que alguien fuese hacerlo, cuando tantísimos fans del género habían tirado la toalla, habían aceptado que no habría ser capaz de volver a hacer una obra original y fiel en su justa medida: sin pecar de excesiva originalidad ni de excesiva fidelidad. Los adeptos al género de terror llevaban años venerando películas de otras décadas y aplaudiendo con esmero remakes, segundas y terceras partes de glorias pasadas. No había otra opción. Pero entonces llegó ella… Llegó ella con un monstruo nuevo, pero muy familiar… con una historia diferente, pero que nos sonaba haber escuchado… con un montaje fresco, pero que bebía del cine de terror de los grandes maestros, y cuando digo de los grandes maestros me refiero a los primeros maestros, no solo del cine de terror sino del cine como arte. …

Anoche soñé en blanco y negro

  “En la madrugada del domingo 2 de junio, he tenido una pesadilla francamente desagradable. Ha sido algo extraño. He soñado que durante mi paseo matinal me perdía en un barrio de la ciudad totalmente desconocido para mí y erraba por calles desiertas con casas en ruinas” (Fresas Salvajes) Tengo por costumbre mirar al cielo en busca de los primeros rayos de sol cada mañana, pero esta vez, cuando levanté la vista, me cegó una luz dura, como de mediodía. Busqué la hora en varios relojes, en el de una fachada que tenía a la espalda, en el de mi muñeca… también ellos parecían haber perdido la noción del tiempo. Pasó un caballero y fui tras él, tendí mi mano sobre su hombro, por la espalda, pero no le pude preguntar. Al girarse descubrí un rostro sin ojos, completamente desfigurado. Se desintegró ante mí sin abrir la boca. Yo sin embargo fui incapaz de cerrarla. Observaba atónita su rastro desplomado en una calle mal empedrada cuando se asomó por la esquina un coche fúnebre un tanto …

De cuando Luis Buñuel descubrió el cine en ‘Farrucini’

  “En 1908, siendo todavía un niño, descubrí el cine. El local se llamaba “Farrucini”. Fuera, sobre una hermosa fachada con dos puertas, una de entrada y otra de salida, cinco autómatas de un organillo, provistos de instrumentos musicales, atraían bulliciosamente a los curiosos. En el interior de la barraca, cubierta por una simple lona, el público se sentaba en los bancos (…) Las primeras imágenes animadas que vi, y que me llenaron de admiración, fueron las de un cerdo. Era una película de dibujos” Esto es lo que cuenta Luis Buñuel sobre su primera experiencia con el cine en Mi último suspiro. Habla del local de un hombre de origen catalán –dicen por ahí que en realidad era italiano- que se hizo famosillo en la Zaragoza de principios del siglo XX por acercar la ilusión a propios y extraños. Antes de asentarse en la tierra que vio crecer al cineasta, aquel hombre había recorrido gran parte de la geografía española con una barraca que, al parecer, no dejaba a nadie indiferente. El nombre de …

Manual de uso y disfrute de Farrucini

  Sobre gustos no hay nada escrito… claro, y sobre cine tampoco. Y como no hay nada escrito sobre cine, pues lo vamos a escribir nosotros. No, no nos podemos presentar como un medio diferente por mucho que nuestra pretensión sea hacer las cosas diferentes. Como todos. Pero seamos más o menos creativos que otros –esperemos que más-, vamos a esforzarnos por cumplir tres objetivos: 1) difundir las bondades del cine, 2) contagiar nuestra pasión y 3) conseguir que el cine se sienta como algo vital, necesario, imprescindible… Fácil, ¿eh? ¿Que cómo lo vamos a hacer? HABLANDO (entrevistas): Se entera uno de muchas cosas cuando escucha con atención a quien intenta materializar sus sueños, atraparlos en fotogramas. Cada maestrillo tiene su librillo, sus trucos, su visión sobre el séptimo arte. Cada maestrillo tiene su particular forma de ver la luz, el movimiento, el ritmo. Cada uno encuentra un sentido a un objeto, a una conversación, a un lugar, a un momento o un recuerdo. Vamos a hablar con los creadores y protagonistas de las películas …