Crítica de ‘El apóstata’, de Federico Veiroj
No hay insultos ni burlas explícitas hacia la Iglesia en ‘El apóstata’ sino poderosos argumentos.
No hay insultos ni burlas explícitas hacia la Iglesia en ‘El apóstata’ sino poderosos argumentos.
“’B’ no está hecha para formar parte de ninguna campaña electoral. Que nadie se la ponga por bandera”
«El romanticismo es un ideal inalcanzable, pero me dirige en cierta forma, no tanto para hacer de la vida arte, como para hacer del arte la vida»
Flores. Fotografías. Un ambiente luminoso y sereno. Pasado y presente. Una conversación previsiblemente efímera condenada a permanecer eternamente en la memoria, a repetirse cada día. Al principio con dolor, luego con nostalgia.
No la busquéis, es imposible encontrar un atisbo de maldad en la ópera prima de Marie Belhomme. La cineasta sustituye ese término tan feo por otro menos feo para equilibrar su película: el patetismo, ese tipo de patetismo entrañable que a todo el mundo gusta abrazar
Hablando del tema, una buena amiga me dijo no hace mucho que los genios creativos suelen tener siempre algún tipo de carencia emocional –en realidad ella utilizaba las palabras ‘tara’ y ‘tarado’-.
“La ceguera es una forma de mostrar cómo el deseo sexual nace de dentro de la gente y no del físico”
Eskil Vogt ha decidido que Ingrid sea ciega, pero no para compadecerse ni para denunciar carencias, quede claro que no es ese el trasfondo del film sino su excusa para explorar las múltiples maneras que existen de contar historias.
Danny es una especie de Peter Pan perdido en el País de las Maravillas. Sí, es así, lo he dicho bien. El de Nunca Jamás lo dejó atrás…
Si los jóvenes podemos vernos reflejados en una película que tiene cincuenta años es porque compartimos los mismos sentimientos, si nos interesamos más ahora por ese cine es porque tenemos pánico a dar pasos de cangrejo.